Mi último post, fue acerca de un sueño extraño que tuve hace algunos años. Bueno, el post de hoy, también será sobre un sueño, pero esta vez será algo más agradable.
Todo empezó, una tarde en verano. Eran las cuatro o cinco de la tarde, cuando decidí tomar una pequeña siesta. Mi sueño comenzaba mientras yo me encontraba en un auto con mi familia. Transitábamos sobre una avenida muy grande. Pero yo notaba que una motocicleta roja nos seguía. Poco a poco, la moto se acercaba. Yo no podía distinguir quien la conducía, tan sólo observaba que vestía una playera color vino. Me parecía un poco familiar
Poco después, el auto en el que íbamos paraba, en algo parecido a una vieja estación de gasolina muy al estilo de los años cincuenta.
La motocicleta, también paraba, aunque un poco más atrás. La persona que la conducía, se colocaba justo a un costado de su moto y rápidamente se quitaba el casco.
Mi impresión al ver quien conducía, era inmensa. El amor platónico e imposible de toda mi vida se había bajado de esa motocicleta. Pero ¿por qué nos había seguido todo el camino?
Justamente en ese instante, desperté. Un par de horas después, salí a la calle, en compañía de mi mejor amiga.
La misma impresión que tuve en el sueño, la tuve en ese momento. El mismo chico, mi amor platónico e imposible, se encontraba a unos cuantos metros de nosotras, vistiendo la misma playera que en mi sueño, mientras subía a una motocicleta roja. No era la misma que en mi sueño, pero era impresionante que tuviera el mismo color. Y además, que la misma persona fuera a subirse en ella. ¿Increíble, verdad?